Hola!
¿Qué tal la semana? Nosotros con ganas de daros a conocer el primer artículo de los temas solidarios que nos acompañaran los jueves. Muchas veces los animales van más allá de la compañía para pasar a desarrollar tareas o terapias con personas. Por eso, os hablaremos de este tema y os presentaremos la Fundación Bocalán.
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| Fundación Bocalán. Una imagen vale más que mil palabras. |
Tal y cómo nos explican en su web www.fundacionbocalan.cat la idea de su creación surge para dar acogida al proyecto de conseguir una mayor autonomía y bienestar de personas con discapacidad, mediante la utilización del Perro de Servicio y la Terapia Asistida con Animales (TAA). De esta manera, sus dos grandes proyectos fundamentales, sin ánimo de lucro, son:
1. Proyecto de formación del Perro de Asistencia para personas con discapacidad y su entrega.
2. Terapia Asistida con Animales para diferentes colectivos con discapacidad o en situación de riesgo de exclusión social.
Hay que destacar que en esta fundación se realizan múltiples cursos y formación para los profesionales y amantes de los animales que quieran vivir y dedicarse a esto.
Aunque siempre que hablamos de las TAA pensamos en terapias con perros, se hacen terapias con otros animales como caballos, delfines, etc. Sin embargo, nos centraremos en acercaros un poco a este mundo de las terapias con perros. Existen muchos estudios que certifican la gran utilidad de estas terapias con animales, por eso, algunas protectoras como la SPAM de Mataró también lo lleva a cabo con los perros que tienen en adopción en personas con discapacidad, problemas de trastornos alimentarios, presos, etc.
Los beneficios de la terapia con perros son muchos y para un amplio abanico de personas. Según diversos estudios de investigación, se ha demostrado que uno de los problema que más sufren los ancianos, es la soledad. Por eso uno de los objetivos propuestos, es dar cariño a través de los perros a los ancianos, para así disminuir el sentimiento de soledad y aislamiento.
La terapia con perros, también aporta unos beneficios físicos, ya que, acariciar un perro provoca un relajamiento, lo cual se traduce en una disminución de la presión arterial.
Tanto en niños como en mayores o en personas con discapacidad o problemas, vemos el efecto que provocan los perros sobre ellos. Se despierta en ellos ganas de sonreir, de hacer cosas, moverse, alegría, de sentirse útil, expresar cariño, etc.
Así vemos como el perro es canalizador de conversaciones no sólo entre residentes, sino también entre residentes y cuidadores. Personas que no se relacionan con los demás ni se integran, parecen cambiar tras la llegada de la terapia con perros, se inician en conversaciones con los perros, guardarles comida, y acaban preguntando cuando vuelven los perros, que comen, como se les enseña a los perros para terapia.
Para estas personas que lo necesitan la llegada de un perro, una caricia, una mirada, les conduce a seguir teniendo ganas de luchar y vivir por algo… ¿No os parece una gran iniciativa las TAA? Podéis formaros y leer más sobre el tema gracias a fundaciones como Fundación Bocalán.
¡Muchas gracias!
